jueves, 17 de marzo de 2011

Las costumbres del Antiguo Egipto, la rutina diaria de los habitantes, las ciudades, los oficios, la economía, todo se derivaba de la agricultura, sus necesidades y sus beneficios.
Heródoto afirmaba: "Egipto es un don del Nilo", y este impregnó todos los aspectos de la vida, incluida la mitología.Al ser el Faraón la encarnación del dios Horus en la tierra, desde los tiempos predinásticos se le reconoce un poder absoluto sobre el resto de los mortales, que daban por supuesto que era el dueño de todo Egipto; sus tierras, sus cosechas, las armas e incluso la gente le pertenecía y cuanto ocurría en el país se le atribuía, ya se tratara de buenas cosechas o de una inundación a destiempo del Nilo. Él en persona nombraba visires, sacerdotes, generales y demás altos cargos.

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